Al igual que muchas otras terapias que se realizan mediante masajes, la terapia geotermal también produce notables mejoras en el bienestar general de nuestro organismo. Pero, en realidad, sus beneficios van mucho más allá de la sensación de bienestar que genera. Entre algunos de los múltiples beneficios del masaje con piedras calientes se encuentran:
Mejora las funciones de nuestro organismo, reduce los dolores crónicos –sobre todo los óseos y musculares–, y ayuda a equilibrar el sistema nervioso y el circulatorio.
Nos ayuda a relajarnos, pues mediante el correcto flujo de la energía, armonizamos cuerpo, mente y espíritu, y esto permite reducir notablemente nuestros niveles de estrés.
Por último, pero no menos importante, tiene numerosos efectos estéticos visibles, ya que revitaliza, oxigena e ilumina la piel. Esto es una consecuencia de la mejora de la circulación sanguínea y de la eliminación de toxinas, que contribuyen a reafirmar los tejidos y hacen que la piel tenga un aspecto mucho más terso y saludable.
Este tipo de terapia está especialmente recomendada en aquellos casos de problemas nerviosos como el estrés, la ansiedad o el insomnio, para los problemas circulatorios, y para aliviar los dolores musculares y articulares, así como en los tratamientos de belleza.